miércoles, 22 de octubre de 2014

Solo escucha.

A todos nos ha pasado alguna vez. Estás escuchando algo en YouTube y quizá veas un vídeo en "Recomendados" que te llama la atención por su título, o quizá te salga un anuncio de esos tan molestos que no puedes saltar y se te queda el ritmo de la canción en la cabeza, o quizá simplemente te pareció guapo/a el/la cantante.

El caso es que pulsas el play y ahí empieza todo.
Son esas horas frenéticas en las que eres capaz de escucharte un álbum entero, o dos, o tres, sin darte apenas cuenta; es cuando googleas al cantante y te lees su vida solo por satisfacer tu curiosidad; es cuando llenas tu móvil de sus canciones, que se mantendrán en lo más alto de la lista de "Más escuchadas".

Algo parecido me pasó con Jake Miller.
Le conocí a través de una de mis mejores amigas. Recuerdo que me dijo, toda emocionada, que había descubierto a un rapero súper mono y que estaba segura de que me iba a encantar. Así que le di una oportunidad, ¿por qué no iba a hacerlo? Nos sentamos en un rincón del hall del colegio, con suerte de encontrar un radiador desocupado, su iPod escondido bajo nuestras chaquetas extendidas sobre nuestras piernas y los cascos ocultos por nuestro pelo. Cuando empezó una de sus canciones, lo primero que hice fue fijarme en la voz, es inevitable. Mi amiga me dijo: "Solo escucha.", y yo lo hice. Cerré los ojos, apoyé la cabeza en el radiador y fui traduciendo mentalmente la letra. Fue ahí, y solo ahí, cuando comprendí el porqué del éxito de este cantante.

Haciendo un breve repaso de su vida, puedo decir que es un claro ejemplo del dicho: "El que algo quiere, algo le cuesta". Sus padres le dieron un año para triunfar en la música, de no conseguirlo, retomaría sus estudios. Jake trabajó como un loco, perdió muchos amigos pero logró hacerse un pequeño hueco al ganar un premio que le proporcionó el dinero suficiente como para darse a conocer.
Sin embargo, por mucho que le admire por eso, no fue lo que me llamó la atención de él. Y no, tampoco fue el físico. Fueron sus letras. Por fin había encontrado a un rapero que no hablara de sexo, drogas y alcohol. Por fin había encontrado un rapero que conseguía llegarte con su  música, con el que podías identificarte porque contaba historias sobre gente normal y corriente; niños incomprendidos con sueños difíciles de realizar pero que no se dejan derrotar. Hablaba de amores eternos, del materialismo de la sociedad actual, de sufrimiento, de sus fans.

Pensaba que no podía sorprenderme más. Hasta hoy. Mientras pasaba unos apuntes a limpio, me puse a escuchar su nueva canción - la cual he de decir que me encanta, cómo no - y no sé qué me llevó a mirar los comentarios del vídeo -qué quieres que te diga, yo siempre he sido muy cotilla-, pero me puse a leerlos así por encima hasta que uno me llamó la atención. Decía algo así como que estaba contento de que Jake hubiera vuelto a su viejo estilo -su anterior disco había sido un poco... comercial, por decirlo de alguna manera- y que le recordaba a "Steven" -otra de sus canciones-, que siempre había conseguido dejarle con los pelos de punta.

Entonces me quedé pensando en si yo había escuchado esa canción, porque así por el título, no me resultaba familiar. Nada más buscarla supe qué había pasado: ¿nunca has tenido un día malo y has escuchado una canción, que al final no te gusta; pero al escucharla de nuevo en otro momento, te encanta? Pues eso mismo. El caso es que puse un vídeo con la letra y me quedé... ¿Cómo decirlo? Traumatizada suena demasiado fuerte, más bien en shock. Literalmente. Fue terminar la canción y seguir mirando la pantalla del ordenador sin reaccionar.

La dejo por aquí, y juzga tú mismo. Pero recuerda: solo escucha.

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